Sin lubricante, luz ni preparación, sin ajustar tomas ni estimular la zona anal, solo la excitación real de una chica con su pareja prepara el camino para ser embestida por el culo. Esto tira al suelo toda recomendación de profesionales sexólogos y de la pornografía quienes recalcan la necesidad de ciertos ademanes y pericias antes de tener sexo anal, o más bien una clase de asepsia clínica que sexo. Es que hablando de sexo no remunerado el pudor siempre queda en segundo plano y cualquier cavidad penetrable resulta en una experiencia placentera. No es que sea completamente falso cualquier recomendación que pueda dar un sexólogo con relación al sexo anal, es simplemente que se trata de eso: recomendaciones. Más que una regla, todo debe partir de la pareja y lo «macha» que pueda ser tu novia para metérselo ella sola sin preguntar antes.
Buen Anal Amateur
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