Hablar de paraíso no debe estar atado la fe, aunque en el sentido estricto sí, pero todo hombre sin importar sus creencias tiene en su cabeza una idea del sitio que para él puede ser el paraíso.
No para ir después de morir, sino para estar mientras vive.
Dado que nadie ha podido demostrar haber estado allí, lo que hay y como pueda ser ese lugar es infinitamente subjetivo.
A pesar de las diferencias entre una versión y otra, hasta el debate de si existe o no, lo que si me atrevo a afirmar es que ningún hombre imagina un paraíso sin muchas mujeres desnudas, ya el tema de paz, armonía con la naturaleza y tu música favorita en vivo es más personal.
Pero si de plasmar se trata, mejor que alguna pintura son fotos, muchas fotos y bien guarras.
Tetas, muchas tetas y abundante olor a vagina, vaginas de todos los olores, colores y sabores.
Para mí personalmente entra justo esta galería porque prefiero una mezcla entre urbanismo y naturaleza, además también me gusta leer.
Lo único que faltaría en este paraíso sería que los árboles en vez de frutos dieran comida chatarra: pizzas, hamburguesas, costillas de cochino y papas fritas.
Lo que no veo difícil porque si es posible que tantas mujeres estén desnudas en un parque en medio de la ciudad, ya todo lo demás es viable.
