Es demasiado bueno el concepto de amateur que tiene Playboy, tomar a una mujer perfecta con cualidades innatas para el modelaje erótico, ponerla a abrir las piernas, haciéndolo esta como si toda su vida lo hubiera hecho y colocarla en la sección amateur de Playboy.
Aunque pueda diferir no tiene objeto refutar, hasta disfruto al máximo el alto estándar de la producción a nivel gringo para decidir quién es pro y quien es amateur.
En el camino nos queda una cola de bellezas como Samantha Rice posando desnuda con tal actitud que hasta las más profesionales se pueden sentir intimidadas.
La modelo rubia lo tiene lo tiene perfecto, su único defecto es no seguir avanzando y llenar la internet con más sesiones fotográficas de este calibre.