Solo imagínalo: tienes una novia muy bonita, jovencita y además, le gusta chupar tu polla. Estas sentado mirando la TV como en este video amateur y viene la chica guapa a hacerte sexo oral sin que si quiera se lo hayas pedido. Puede que tú y yo estemos soñando, pero él no.
La ciencia debería estudiar estos fenómenos y decirnos cosas que nos hagan sentir bien al respecto, al menos que nos den esperanzas como eso de “todas son putas”, “a todas las gusta follar” y similares. El problema es que sea conmigo que le guste y quiera ser una zorra.
No sé si te pasa que cada vez que miras a una chica que te parece demasiado linda como para ser real, nunca es tu novia. Ni si quiera la conoces y en el mejor de los casos, la estás viendo en una pantalla del móvil o el computador. Si dices que no te pasa solo viniste aquí a hacer de mamón.
Porque tiene que ver con la idealización. La felicidad también aburre porque no es el final del camino. Es decir: nunca hay un final feliz porque la vida continúa luego que algo sale demasiado bien, llega otro día y ese puede ser una mierda. Entonces solo existe en las películas.
Sufres muchos, pasas por vergas horribles y luego, después de tanto luchar, eres millonario por sacarte la lotería y has ganado. Ese sería un final feliz, solo que luego de ese día, viene otro donde puedes perder todo y quedar en la calle como un limosnero. Como ya te dije: la vida sigue.
Y como sigue, nos acostumbramos y normalizamos cosas. Si toda la vida has tenido un Ferrari, no será la gran cosa para ti, incluso, luego de unos años querrás uno mejor o más nuevo. Ese mismo Ferrari que tú tienes, puede ser la idea de éxito definitivo para alguien que nunca ha tenido coche.
Lo mismo debe pasar si tienes a una zorrita en tu casa que es digna de poner en un templo de la Grecia antigua y que el mundo la admire, pero luego que la has follado unas cuantas veces, seguramente te pasa lo mismo que con el Ferrari y tu cerebro empieza a buscar el próximo final feliz.
Me gustaría cerrar de forma positiva. Luego emocionarte con una mamada y seguir con lo depresivo que entender lo inútil que es buscar el ideal de felicidad; porque este dejará de ser y nunca se va a alcanzar. Solo que no tengo palabras de aliento y me temo que serán ustedes quienes aporten un cierre en los comentarios.
Por cierto, ya sé que viste el video varias veces.