A menudo decimos: «impresionante, grandioso, genial…» con cierta ligereza, sin embargo pocas veces algo tiene la capacidad generar una impresión a tal nivel que digamos que realmente es impresionante. Lo cierto es que más allá de como usemos las palabras, las reacciones químicas del cuerpo no mienten, incluso es muy posible que ante algún espectáculo súper impresionante, no encontremos la palabra adecuada para describirlo como tal. Esto es más que todo porque aunque el cerebro está diseñado para ejecutar muchas tareas a la vez, hay una donde el cancela todos los procesos y dedica los recursos en su totalidad a uno solo, por eso si esta frente de unas tetas realmente impresionantes tu cerebro se ocupa de enviar toda la sangre a tus genitales, y funciones como: pensar, hablar, comer, cagar… quedan postdatadas para después de la eyaculación. Prácticamente nos convertimos en un fusil con un único objetivo: ¡disparar! Todo esto es una treta de la evolución, sabiendo que la diversidad es la base para fortalecer el código y que en ese camino salen mujeres feas, se las ingenio introduciendo un script en nuestros cerebros que nos hace querer penetrar cualquier cuerpo que tenga buenas tetas. La ciencia moderna le sigue el juego inventando las prótesis mamarias que terminan por darle tetas hermosas a cualquiera que las pueda pagar, prácticamente el mensaje es que la naturaleza es sabia, irreverente, coño e madre y con un sentido del humor bastante negro. Disfruten de unas bellas tetas.
